Amortización para Bienes Intangibles y Marcas | Amortizaciones Fiscales

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¿Qué es la amortización?

La amortización, se refiere al proceso mediante el cual se distribuye el costo de un activo intangible o tangible a lo largo de su vida útil para fines de deducción de impuestos, esto significa que en lugar de deducir el costo total del activo en el año en que se adquiere, se distribuye de manera gradual a lo largo de varios años, reflejando así mejor el beneficio económico que proporciona el activo durante su vida útil.

La amortización fiscal permite a las empresas reducir su base imponible y, por lo tanto, disminuir el monto de impuestos que deben pagar en un año determinado, este proceso varía según las regulaciones fiscales de cada país y el tipo de activo, ya que diferentes activos tienen diferentes tasas de amortización y períodos de vida útil establecidos por las autoridades fiscales. 

Por tanto, la amortización fiscal es una herramienta importante para ayudar a las empresas a administrar sus obligaciones fiscales y reflejar de manera más precisa el costo de los activos en sus estados financieros y declaraciones de impuestos

Bienes intangibles y su amortización ¿cómo se realiza?

La amortización de bienes intangibles es un proceso contable y fiscal que permite distribuir el costo de un activo intangible a lo largo de su vida útil, los bienes intangibles incluyen activos como patentes, derechos de autor, marcas comerciales, software, entre otros, que no tienen una forma física pero poseen un valor económico.

El objetivo de la amortización de bienes intangibles es reflejar de manera más precisa el uso y el desgaste de estos activos a lo largo del tiempo, esto se traduce en la deducción gradual del costo del activo en los registros contables y en la declaración de impuestos, en lugar de deducir todo el costo en el año de adquisición.

El proceso de amortización de bienes intangibles suele involucrar la determinación de la vida útil del activo como mencionamos, que puede ser definida por la empresa o regulada por las normativas contables y fiscales, la amortización se calcula utilizando métodos como el método de línea recta, el método de unidades producidas o el método de saldo decreciente, dependiendo de la naturaleza del activo y las regulaciones aplicables.

Es importante tener en cuenta que las regulaciones contables y fiscales varían según el país y pueden tener impactos significativos en la manera en que se amortizan los bienes intangibles, por lo tanto, es fundamental consultar las normativas locales y buscar el asesoramiento de profesionales contables y fiscales para asegurar el cumplimiento adecuado de las obligaciones contables y fiscales relacionadas con la amortización de bienes intangibles.

La marca y su amortización

Una marca es un activo intangible ya que es algo psicológico y no físico también puede ser amortizada.

La amortización de una marca es un proceso contable que implica distribuir el costo de la adquisición de la marca a lo largo de su vida útil. 

Aquí te decimos cómo realizar la amortización de una marca:

 

  1. Determina el costo de la marca: El primer paso es determinar el costo de adquisición de la marca, lo cual incluye no solo el precio de compra, sino también los costos adicionales asociados, como honorarios legales, costos de registro y otros gastos relacionados.

 

  1. Establece la vida útil de la marca: Debes estimar la vida útil de la marca, esto puede ser un proceso subjetivo y puede variar según factores como la industria, los cambios en el mercado y la estrategia comercial de la empresa, es importante consultar las regulaciones contables y fiscales aplicables para asegurarse de cumplir con los requisitos específicos.

 

  1. Elige un método de amortización: Existen varios métodos para amortizar una marca, siendo los más comunes el método de línea recta y el método de saldo decreciente, en el método de línea recta, divides el costo total de la marca por su vida útil para determinar la cantidad a amortizar cada año, en el método de saldo decreciente, aplicas una tasa de amortización fija a la cantidad no amortizada del activo cada año.

 

  1. Calcula la amortización anual: Aplica el método de amortización elegido para calcular la cantidad que se amortizará cada año, por ejemplo, si el costo de la marca es de $10,000 y estimas una vida útil de 10 años, usando el método de línea recta, la amortización anual sería de $1,000 ($10,000 / 10 años).

 

  1. Registra la amortización: Registra la amortización en los libros contables de la empresa cada año, debes tener una cuenta específica para la amortización acumulada de la marca y cargar la cantidad correspondiente a esta cuenta en cada periodo contable.


Recuerda que es importante mantener registros precisos y cumplir con las regulaciones contables y fiscales aplicables en tu jurisdicción, es recomendable buscar el asesoramiento de un profesional contable o fiscal para garantizar que estás cumpliendo correctamente con las normativas y requisitos específicos.

¿Qué es la vida útil de un activo?

La vida útil de un activo se refiere al período durante el cual se espera que el activo sea útil para la empresa antes de que pierda su valor o se retire del servicio, es una estimación de la duración esperada en la que el activo puede generar beneficios económicos para la empresa.

 

La vida útil de un activo puede variar significativamente según su naturaleza, por ejemplo, en el caso de activos físicos como maquinaria, equipo o edificios, la vida útil se determina por factores como el desgaste físico, la obsolescencia tecnológica o los cambios en las regulaciones, para activos intangibles como marcas, patentes o derechos de autor, la vida útil puede estar relacionada con la duración de los derechos legales de propiedad o la relevancia comercial del activo en el mercado.

 

Es importante estimar la vida útil de un activo de manera precisa y realista, ya que esta estimación afecta la manera en que se contabiliza el activo en los estados financieros de la empresa, una vida útil subestimada puede resultar en una amortización insuficiente del activo, mientras que una vida útil sobreestimada puede conducir a una amortización excesiva y a una distorsión de los resultados financieros de la empresa.

Artículos 25 LISR

Artículo 25 LISR

Los activos intangibles poseen dos características fundamentales, la primera es que implican gastos realizados o derechos adquiridos con el propósito de generar beneficios económicos específicos, ya sea mediante la reducción de costos o el aumento de beneficios futuros y la segunda es que estos beneficios esperados suelen manifestarse en la actualidad de manera intangible, es decir, no están asociados a una estructura material tangible.

Es relevante tener en cuenta que los activos intangibles son considerados deducibles para una entidad, de acuerdo con el artículo 32 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta (LISR), se definen como inversiones los activos fijos, los gastos y los cargos diferidos, así como las erogaciones realizadas en periodos preoperativos, además, se establece que los gastos diferidos se refieren a los activos intangibles que consisten en bienes o derechos que tienen el propósito de disminuir los costos operativos, mejorar la calidad o aceptación de un producto, o permitir el uso, disfrute o explotación de un bien por un periodo de tiempo limitado, que sea inferior a la duración de la actividad de la entidad.

Por su parte, en el artículo 25 fracción IV de la LISR indica que las inversiones son deducibles, en consecuencia, los activos intangibles pueden deducir, para ello en primera instancia se debe considerar una correcta valoración de estos e identificar si un activo puede ser considerado intangible

Artículo 25 LISR para deducción de la inversión

En esta situación, según lo establecido en el penúltimo párrafo del artículo 25 de la Ley del Impuesto sobre la Renta vigente, se indica que si los rendimientos de las inversiones se consideran gastos en periodos previos a la operación, regalías, asistencia técnica y otros gastos aplazados, y alguno de ellos genera beneficios para el contribuyente en el mismo año en que se realizó el gasto, la deducción puede realizarse en su totalidad en ese mismo año.

Cuando se trata de estrategias fiscales en México, es necesario analizar cada caso individualmente y demostrar que el beneficio no se limita únicamente al aspecto económico, dado que esa es la primera consideración de la autoridad fiscal.

Por este motivo, una parte importante del análisis de estas estrategias fiscales en México se basa en lo dispuesto en el párrafo 16 de la NIF C-8 «Activos Intangibles», el cual establece lo siguiente:

Beneficios económicos futuros:

“Los beneficios económicos futuros razonablemente esperados que provengan de un activo intangible pueden incluir ingresos por la venta de productos o la prestación de servicios, reducciones de costos u otros beneficios derivados del uso del activo por parte de la entidad, como un aumento en la eficiencia.»

A partir de lo mencionado, la NIF C-8 «Activos Intangibles» proporciona una pauta orientativa sobre los beneficios asociados a la adquisición de activos intangibles, sin embargo, al examinar el texto del penúltimo párrafo del artículo 25 de la Ley del Impuesto sobre la Renta, se observa que no se hace distinción en cuanto al tipo de beneficio, ya sea económico u otro, por lo tanto, en casos donde se busque deducir el 100% de este tipo de inversiones en el mismo año fiscal sin aplicar una amortización anual, se recomienda revisar detenidamente las estrategias fiscales aplicables en México.

Por ejemplo, consideremos el escenario donde el beneficio esperado de un gasto diferido, como la inversión en una licencia de software, no necesariamente se relaciona con la generación directa de ingresos, si bien este es el objetivo final regulado por la Ley del Impuesto sobre la Renta (la generación y tributación de riqueza), el beneficio también puede estar en servicios prestados y en los resultados derivados del uso del activo por parte de la entidad, como el aumento en la productividad, la retención en el mercado, el mantenimiento de ingresos y facturación, así como el cumplimiento continuo de obligaciones contractuales y la prevención de contingencias derivadas de incumplimientos contractuales, por lo tanto, es esencial revisar minuciosamente las estrategias fiscales aplicables en México.

¿Es posible deducir una marca y activos intangibles?

En general, es posible deducir el costo de adquisición de una marca y otros activos intangibles como gastos operativos en algunos casos, siempre y cuando cumplan con ciertos criterios y requisitos establecidos por la legislación fiscal y contable aplicable en cada jurisdicción, sin embargo, la deducción de estos activos puede estar sujeta a restricciones y condiciones específicas.

Aquí hay algunas consideraciones importantes sobre la deducción de marcas y activos intangibles:

1. Naturaleza del gasto: La deducción de una marca u otro activo intangible generalmente se considera como un gasto operativo o una amortización de activos, dependiendo de las regulaciones fiscales y contables aplicables. Es importante determinar la naturaleza específica del gasto de acuerdo con las normativas locales.

2. Requisitos de amortización: En muchos casos, la deducción del costo de una marca se realiza a través del proceso de amortización a lo largo de su vida útil, las regulaciones fiscales pueden establecer métodos y tasas específicas de amortización para activos intangibles, y es importante cumplir con estos requisitos al calcular la deducción.

3. Uso en la actividad empresarial: Por lo general, los activos intangibles deben utilizarse en la actividad empresarial para ser elegibles para la deducción, esto significa que la marca debe tener un propósito comercial y contribuir directamente a la generación de ingresos o al funcionamiento de la empresa.

4. Cumplimiento con la normativa fiscal y contable: Es fundamental cumplir con todas las regulaciones fiscales y contables aplicables al deducir el costo de una marca u otro activo intangible, esto incluye mantener registros precisos y documentación adecuada que respalde el costo de adquisición, la vida útil estimada y cualquier amortización realizada.

En resumen, es posible deducir el costo de una marca y otros activos intangibles como gastos operativos, siempre y cuando se cumplan con los requisitos y condiciones establecidos por la legislación fiscal y contable, es recomendable buscar el asesoramiento de un profesional contable o fiscal para garantizar el cumplimiento adecuado de estas regulaciones y maximizar las oportunidades de deducción.

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